Listen Without Prejudice Vol. II

Un universo personal e instranferible de intereses, aficiones y desvaríos capturado en este espacio. Cómics, cine, televisión, literatura, deportes, música... entra y escucha sin prejuicios.

jueves, 8 de junio de 2006

España: muchas dudas (y alguna esperanza).

Eso es lo que nos deja la Selección después de los tres partidos preparatorios para el Mundial de Alemania. Un raquítico empate con Rusia (0-0), una victoria sin gloria frente a Egipto (2-0) y otra victoria agónica y trabajada frente a Croacia (2-1).

Los españoles estamos tan necesitados de motivos para ilusionarnos que un solo gol (el de Torres ayer, casi al final, que supuso la victoria) nos sube la moral y nos hace ver el panorama con más optimismo. Pero el gol no debe hacernos olvidar lo que hemos visto en los tres partidos: un equipo que toca la pelota con cierto criterio, pero que se atranca en muchas fases del partido y que le cuesta un mundo hacer un gol.

La portería y la defensa están cubiertas (solo un gol en tres partidos, y además marcado de forma incomprensible por Pablo en propia puerta), pero de ahí en adelante todo son dudas. Bien con el medio campo más rocoso y destructivo (Albelda y Senna) o con los llamados jugones (Xavi y Xavi Alonso), bien con bandas (con Reyes y Joaquín) o sin ellas, bien con unos delanteros u otros (Raúl marcó un gol ante Egipto pero el resto del tiempo sigue siendo el mismo jugador oscuro y apagado que es en el Madrid, Villa inédito y Torres redimido gracias a un gol in extremis) el equipo no termina de funcionar. Los periódicos se afanan en indicar que tenemos alternativas, pero en estos partidos ya hemos visto estas alternativas y, a mi por lo menos, ninguna me ha convencido mucho. Y tampoco me da ninguna confianza el seleccionador, que bajo la excusa de que está haciendo pruebas bajo el manto de su consabida "genialidad" y sabiduria, da la impresión, por lo menos a mí, de que no tiene nada claro a quién va a poner y en qué puesto.

Yo no escondo que soy pesimista respecto a las posibilidades de la Selección, y que incluso veo difícil que se pueda llegar a esos cuartos que se prestan tanto a broma. Nada me gustaría más que equivocarme y ver a España arrasar en el Mundial, pero a estas alturas de la película incluso una persona de mi edad (26 años, casi 27) ha vivido ya suficientes decepciones como para curarse de espanto. Disfrutemos de los partidos que España juegue en el Mundial, sean 3, 4 ó 5, ya que a fin de cuentas participar en un Mundial ya de por sí tiene su mérito, y dejemos los sueños de grandeza y los cantos de gloriosas victorias para soñadores e ilusos (y para los periodistas que tienen que vender periódicos y rellenar minutos de televisión).

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