Mundial 06: España 4 - Ucrania 0. Ver para creer.

Hoy la Selección española de fútbol ha escrito una de las páginas más brillantes de su larga y errática trayectoria, con un arranque espectacular y arrollador del Mundial de Alemania 06. No venía la Selección con muchas expectativas tras una fase de clasificación pobre (segundos del grupo tras Serbia-Montenegro y teniendo que jugar la repesca) y después de unos partidos preparatorios discretos (ya comentados en este blog). Pero hoy se ha destapado el tarro de las esencias como hace tiempo que no se veía.

No solo el abultado resultado conseguido, el mejor en un partido de debut, sino la imagen de inmensa superioridad, de solvencia, de dominio y de poderío. Desde un Casillas tranquilo y resolviendo bien el poco trabajo que ha tenido, pasando por una defensa sólida y sin despistes (impresionante Puyol), un centro del campo manejando la pelota a su antojo y terminando por una delantera que por fin atinó con la portería rival (dos de Villa y uno de Torres). Todo el equipo ha estado impresionante, borrando a Ucrania del campo y anulando a un Shevchenko desesperado y que tardará en olvidar este partido. Partidazo de Puyol, de Xavi, de Sergio Ramos...

Toda la afición hemos disfrutado como enanos viendo a España deslumbrar en el Mundial. Y es que, hasta ahora, España ha sido de largo el mejor equipo que se ha visto en la competición, plagada de países muy preocupados de no perder y amarrando el resultado (Inglaterra, Holanda, Italia...) y otros que pese a sus victorias han dejado dudas respecto a su juego (caso de Alemania y sobre todo de Brasil, lejos en su victoria por 1-0 sobre Croacia del nivel que se espera de este equipo). Ninguna ha desplegado un juego mejor que el de España.

El principal enemigo ahora de España no son Túnez ó Arabia Saudí, próximos y a priori asequibles rivales, sino el exceso de entusiasmo porque en este país somos muy dados a pasar del nada al todo con muy poco. Está claro que hoy tenemos más motivos que ayer para confiar en los nuestros, pero las rondas eliminatorias de octavos para arriba, en las que los equipos se juegan de verdad el arroz, sigue siendo una asignatura pendiente para España. Aún así, está claro que este es el camino.