El puto amo.

Rafael Nadal, con veinte añitos, ha conquistado hoy su segundo torneo de Roland Garrós de forma consecutiva, ganando en la final al actual número 1 del mundo, el suizo Roger Federer, en un partido vibrante en el que el español ha sabido levantarse de un desastroso primer set (perdido por 6-1) para imponerse en los tres siguientes. Todo un derroche de fuerza, poderío y garra. Lo cierto es que, al menos en tierra, Nadal le tiene comida la moral a todos sus rivales, y la carita de un desesperado y abrumado Federer en el último set, incapaz de doblegar a Nadal incluso con sus mejores golpes ganadores, es un buen ejemplo de ello. Lo dicho, el puto amo, y ojalá que por muchos años más.