Listen Without Prejudice Vol. II

Un universo personal e instranferible de intereses, aficiones y desvaríos capturado en este espacio. Cómics, cine, televisión, literatura, deportes, música... entra y escucha sin prejuicios.

jueves, 6 de abril de 2006

Temo más a la isla que a la muerte.

Como ya comentaba en un post anterior, ayer por fin cayó en mis manos (y en mis ojos) el ansiado primer capítulo de la segunda temporada de Perdidos. Esperando llevaba desde agosto, unos 8 meses, para ver cómo continuaba la historia y ver qué había dentro de la dichosa escotilla.
Y el capítulo no defrauda, desde luego. Se avanza en la historia, y como es habitual en la serie, por cada gota de información que se nos da se plantean nuevos e inquietantes interrogantes. Porque si hay una palabra que podría definir este primer capítulo, es inquietante. Los dos primeros minutos, justo antes de los créditos, son a-co-jo-nan-tes. La hostia. De poner los pelos de punta. Como también lo son un par de escenas más, y en general el tono de todo el capítulo. Y el final, sorprendente e inesperado, aunque eso si, necesitado de una explicación satisfactoria que espero nos den en próximos capítulos.

Lo único malo de la serie es que los 40 minutos que componen el capítulo se hacen cortos. Se consumen apenas sin respirar, y apenas se pueden contener las ganas de ver el segundo, y después el tercero, e imagino que así será hasta el final de la temporada. Por suerte solo hay que esperar una semanita para una nueva "dosis".

Que grande es esta serie, por Dios.

Etiquetas:

1 comentarios:

  • A las 12:41 a. m. , Anonymous Anónimo ha dicho...

    "Yo no sé tú, pero yo estoy harto de esperar".

    Grande, grande... y gracias a Mónica, semanal. Un saludo!

     

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio