De por qué no escribo un post diario.

Los innumerables incondicionales de este blog no cesan de preguntarme por la calle y a través de correos y mensajes al móvil los motivos por los que no actualizo diariamente el blog, auténtico guía espiritual de muchos de ellos. Ante el alcance de estas peticiones, me veo en la obligación de salir al paso de las especulaciones y defender públicamente las razones de esta situación, mediante el desglose rápido pero claro de mi tiempo, para que todos puedan ver lo difícil que resulta colgar un post todos los días.

En primer lugar tengo esas incómodas molestias que se llaman necesidades fisiológicas... comer, dormir... esas cosas raras que hace la gente. Además, también tengo que trabajar todos los días (contando con que donde estoy ahora también curro por las tardes, de 5 a 8, lo que nos devuelve a la cuestión del escaso tiempo). Entre rato y rato de trabajar tengo que preparar una exposición para las sesiones de los residentes, y por si fuera poco ando dándole vueltas a lo de preparar la tesis.

Los fines de semana (y excepcionalmente entre semana) salgo con los amigos de fiesta, o algo similar, así que sábados y domingos por la mañana no estoy operativo hasta casi la hora de comer. Y en lo que podemos llamar ratos libres, tengo varias aficiones aparte de postear aquí. Me dedico a leer, libros (de los que suelo poner reseñas aquí cuando los termino) y tebeos, muchos tebeos, de los que no pongo reseña porque eso, son muchos y me da pereza. También invierto tiempo en escuchar música, ando siempre liado haciéndome discos y cosas así de música que consigo mediante "vías alternativas". Y también estoy viciado a los juegos de ordenador, en concreto a los de fútbol. Últimamente le doy caña a un simulador (de esos en los que eres el entrenador) que siempre se me ha resistido pero que parece que he pillado la partida buena.

Pues así están las cosas. Como veis, el tiempo es escaso y hay que repartirlo con sabidura entre obligaciones y aficiones varias. Pero con todo procuro no abandonar mucho el blog, para que todos aquellos que lo han situado en el centro de su existencia no se vean perdidos sin remedio.

PD: la primera y última frase son irónicas. Ahora vas y lo cascas...