La cultura del "Botellón".
Hoy día 17 de Marzo hay convocado en varias ciudades españolas, Murcia entre ellas, la celebración de lo que ha dado en llamarse "Macrobotellón", un botellón a lo grande en el que miles de personas jóvenes se concentran en lugares públicos para beber alcohol. Las autoridades municipales de cada ciudad se comen el marrón como pueden. En algunos sitios se va a proceder a la prohibición del evento mediante despliegues policiales y amenazas de multas, en otros se procede a una tolerancia vigilada, mientras que en otros sitios como Granada se ha optado por, a mi juicio, la medida más inteligente, que consiste en habilitar a las afueras de la ciudad un espacio protegido en el que se pueda al tiempo respetar el descanso de los vecinos y permitir a los jóvenes celebrar su fiesta.
Es curioso el caso del botellón (o botelleo como se llama por estos lares), un fenómeno que como todo en esta vida tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Por un lado, el botelleo tiene una importante función de integración social con el grupo de iguales, es un escenario ideal para compartir con los amigos experiencias, risas, situaciones divertidas y también para conocer gente nueva. A todos los que hemos hecho botelleo alguna vez (entre los que me incluyo) nos suena la experiencia de que lo mejor de la noche sea precisamente el botelleo, el rato que pasas con los amigos en un ambiente distendido y más o menos tranquilo (al menos más tranquilo que los bares o discotecas). A esta función integradora y de ocio se une otra más pragmática, como el considerable ahorro económico que supone el comprar tú mismo la bebida o la seguridad de estar tomando exactamente lo que quieres.
Sin embargo, es de ciegos no ver las desventajas y problemas del tema. Por un lado, el tema de las molestias a los vecinos o las cuestiones sobre la limpieza y la higiene que dejan tras de sí la celebración de un botelleo. Las calles y jardínes quedan llenos de desperdicios y basura, la gente mea en la calle en cuaquier sitio. Pero además de esto, donde yo veo el verdadero problema del botelleo es que se produce el escenario ideal para el consumo masivo y sin control alguno de una sustancia adictiva y peligrosa como es el alcohol, que no por estar legalizada es menos dañina para la persona. En este caso la permisivisad con el botelleo supone al tiempo la permisividad con el consumo de una sustancia perjudicial, cuando el esfuerzo de todas las instituciones sociales y sanitarias debe ir encaminado hacia todo lo contrario, la concienciación y la limitación. Además para muchas personas el botelleo, y por extensión el consumo de alcohol, supone la puerta de entrada al mundo de las drogas. No es raro que junto al acohol se consuman otras sutancias, como el cannabis en forma de porros, y bajo estas condiciones el camino hacia el oscuro mundo de las drogas es más corto de lo que a todos nos gusta considerar.
Yo no creo qye vaya al Macrobotelleo que hay convocado esta noche en Murcia en la Plaza de la Universidad. Creo que esta guerra es para otra gente, quizá más joven, quizá con otras motivaciones. Además no se la postura del Ayuntamiento de Alcantarilla y la Policía Local, aunque por lo que he leído en algún periódico parece que va a ir encaminada hacia la prohibición y el control. Veremos en que queda la cosa.
Es curioso el caso del botellón (o botelleo como se llama por estos lares), un fenómeno que como todo en esta vida tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Por un lado, el botelleo tiene una importante función de integración social con el grupo de iguales, es un escenario ideal para compartir con los amigos experiencias, risas, situaciones divertidas y también para conocer gente nueva. A todos los que hemos hecho botelleo alguna vez (entre los que me incluyo) nos suena la experiencia de que lo mejor de la noche sea precisamente el botelleo, el rato que pasas con los amigos en un ambiente distendido y más o menos tranquilo (al menos más tranquilo que los bares o discotecas). A esta función integradora y de ocio se une otra más pragmática, como el considerable ahorro económico que supone el comprar tú mismo la bebida o la seguridad de estar tomando exactamente lo que quieres.
Sin embargo, es de ciegos no ver las desventajas y problemas del tema. Por un lado, el tema de las molestias a los vecinos o las cuestiones sobre la limpieza y la higiene que dejan tras de sí la celebración de un botelleo. Las calles y jardínes quedan llenos de desperdicios y basura, la gente mea en la calle en cuaquier sitio. Pero además de esto, donde yo veo el verdadero problema del botelleo es que se produce el escenario ideal para el consumo masivo y sin control alguno de una sustancia adictiva y peligrosa como es el alcohol, que no por estar legalizada es menos dañina para la persona. En este caso la permisivisad con el botelleo supone al tiempo la permisividad con el consumo de una sustancia perjudicial, cuando el esfuerzo de todas las instituciones sociales y sanitarias debe ir encaminado hacia todo lo contrario, la concienciación y la limitación. Además para muchas personas el botelleo, y por extensión el consumo de alcohol, supone la puerta de entrada al mundo de las drogas. No es raro que junto al acohol se consuman otras sutancias, como el cannabis en forma de porros, y bajo estas condiciones el camino hacia el oscuro mundo de las drogas es más corto de lo que a todos nos gusta considerar.
Yo no creo qye vaya al Macrobotelleo que hay convocado esta noche en Murcia en la Plaza de la Universidad. Creo que esta guerra es para otra gente, quizá más joven, quizá con otras motivaciones. Además no se la postura del Ayuntamiento de Alcantarilla y la Policía Local, aunque por lo que he leído en algún periódico parece que va a ir encaminada hacia la prohibición y el control. Veremos en que queda la cosa.
Etiquetas: Miscelánea
1 comentarios:
A las 8:00 p. m. , Anónimo ha dicho...
Hola, Campeón!
Qué tal?
Supongo que siempre hay un antes y un después del CAD ;)
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