El Madrid hace amigos.
Sin embargo esta confirmación del Osasuna en la élite del fútbol español (?) tendrá que esperar, ya que ayer tal humillación no se produjo. El Madrid ganó el partido, 0-1 con gol de penalti de Baptista. Un penalti dudoso, cierto es, pero no menos que el que se señaló a favor del Osasuna y que paró magistralmente Casillas (que por cierto sufrió su primera expulsión desde que juega en la primera plantila). Un partido bronco, feo y duro, en medio de un ambiente especialmente hostil por parte de la grada, que se dedicó a insultar a los jugadores (¿deberían haberse ido del campo?) y a tirar cosas desde la grada en los saques de esquina. Incluso en el gol tiraron una aceitera de metal que si le hubiera dado a algún jugador o al árbitro estaríamos hablando ahora de un escándalo y del cierre del campo. Afortunadamente para el Osasuna no dió a nadie, y es probable que tal cosa pase con una sanción mínima o sin ella, como en el caso de la botella de whisky en el Camp Nou.
El caso es que el Madrid ganó, mal que le pese a la España antimadrisista, aunque la segunda plaza sigue estando a dos puntos, ya que el Valencia también ganó (3-0 al Alavés). Quedán tres partidos y, por tanto, todas las opciones para seguir peleando por ella.
Etiquetas: Deportes
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