Perdidos: esto es todo hasta nueva orden.
El momentazo de la temporada es sin duda el final del capítulo 20 (cuando ya sabéis quién hace lo que ya sabéis), a partir de ahí yo pensaba que la cosa iba a ser muy frenética, pero la serie tiene ese ritmo tan característico y las cosas van pasando más despacio de lo que uno podría esperar. Esta segunda temporada quizá sea ligeramente inferior a la primera (y es que la primera tiene episodios muy buenos, como el primero o los tres últimos), pero aún así sigue siendo una serie sobresaliente.
El mayor peligro de esta serie es caer en la repetición o en el cansancio. Tal y como lo veo yo, no se debería estirar mucho, quizá un par de temporadas más y cerrarlo todo, para evitar precisamente que la gente se termine aburriendo de tanto misterio y tan pocas respuestas. De momento no hay nada de todo esto, y toca esperar unos meses para poder saber algo de cómo continúan las tramas que han quedado tan abiertas en este final. Mientras esperamos nos conformaremos con pillar el pack con los dvd de la segunda temporada.
P.D: está claro que Locke no hace más que cagarla todo el rato, ¿hacemos apuestas a ver quién va finalmente a partirle la boca?... porque ya va tocando.
Etiquetas: Televisión
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