Alatriste.
Poco podría imaginarse el escritor murciano Arturo Pérez-Reverte cuando hace unos 10 años publicó su primera novela sobre el Capitán Alatriste lo lejos que iba a llegar el personaje. Detrás de aquella primera novela (comentada aquí) han aparecido hasta la fecha cuatro más (he leído hace poco la segunda y tengo las demás en espera; ya iré comentando) y finalmente en este 2006 la adaptación cinematográfica que lleva a la gran pantalla las aventuras de este espadachín a sueldo y antiguo soldado que malvive en la España de principios del S. XVII.
La película, que tiene aire de superproducción aunque dentro de los límites del cine español, ha venido precedida por una campaña de marketing y publicidad bastante inusual cuando hablamos de cine español. Uno de sus principales reclamos es la participación del actor internacional Viggo Mortessen (Aragorn en El Señor de los Anillos), perfectamente caracterizado y creíble en su papel, aunque con un acento un poco raro que hasta que se acostumbra uno a él chirría un poco en los oídos. Todos los personajes de las novelas aparecen, algunos llevados a la pantalla con mayor fortuna que otros. Bien adaptados están, por ejemplo, Francisco de Quevedo (interpretado por Juan Echanove, aunque el personaje está un poco desaprovechado, en los libros da mucho más juego) y Guadalmedina (un correcto Eduardo Noriega). Sin embargo algunos de los malos están penosamente adaptados, caso de Javier Cámara como Olivares o Blanca Portillo (¿????) como Fray Emilio Bocanegra. El primero inspira poco temor y autoridad, pero no sé quién tuvo la brillante idea de poner a la Carlota de 7 vidas en el papel del temible y poderoso inquisidor de las novelas. ¿Es que no quedaban actores españoles varones para el papel? A mi personalmente me parece una decisión lamentable.
La película intenta ofrecer una visión completa de las novelas, un objetivo demasiado ambicioso (y que anula automáticamente la posibilidad de hacer secuelas, se ve que no confiaban en volver a contar con Mortessen) que se convierte en su principal punto débil ya que su argumento es un poco inconsistente. La cinta se convierte así en una mezcla de diversas tramas y situaciones sacadas aquí y allá de las novelas, sin profundizar realmente en ninguna y con la clara sensación de que han querido meter demasiado, y ya se sabe que el que mucho abarca poco aprieta. No hay hilo conductor ni historia principal, más allá de ver las andanzas y la evolución de los personajes a lo largo de sus vidas. Muchas cosas quedan pobremente explicadas y desarrolladas (por ejemplo, qué hace Malatesta en el asalto al barco, o cómo contrae Iñigo Balboa las deudas de juego), las historias se plantean y se resuelven con rapidez sin que dé tiempo al espectador para implicarse en ellas. Como digo, es una película poco “compacta”, sin consistencia. Quizá hubiera sido más provechoso centrarse solo en un par de los libros y hacer una historia más centrada y cerrada.
En definitiva se trata de una película correcta en su realización pero con serias deficiencias en su guión y en su concepción, que no llega a cumplir las expectativas levantadas por su potente campaña de publicidad y que deriva en una pequeña decepción. Podría decirse que le falta quizá un sentido de espectacularidad o de espectáculo que hiciera su ritmo más entretenido. Con todo, no habría que desanimar del todo a la gente para ir a verla, porque salvando estos problemas, presenta también una correcta mezcla de aventuras, humor y drama y algunas escenas bastante acertadas (por ejemplo la última que refleja muy bien el orgullo vacío y estéril de aquella España).
Lo mejor: la caracterización de Alatriste, algunas escenas de batallas, algunos diálogos, la campaña de publicidad que va a llevar a mucha gente al cine.
Lo peor: la inconsistencia del guión, la historia que se dispersa sin llegar a centrarse en nada, el ritmo un poco lento en algunos momentos, la elección de algunos actores para determinados personajes.
La película, que tiene aire de superproducción aunque dentro de los límites del cine español, ha venido precedida por una campaña de marketing y publicidad bastante inusual cuando hablamos de cine español. Uno de sus principales reclamos es la participación del actor internacional Viggo Mortessen (Aragorn en El Señor de los Anillos), perfectamente caracterizado y creíble en su papel, aunque con un acento un poco raro que hasta que se acostumbra uno a él chirría un poco en los oídos. Todos los personajes de las novelas aparecen, algunos llevados a la pantalla con mayor fortuna que otros. Bien adaptados están, por ejemplo, Francisco de Quevedo (interpretado por Juan Echanove, aunque el personaje está un poco desaprovechado, en los libros da mucho más juego) y Guadalmedina (un correcto Eduardo Noriega). Sin embargo algunos de los malos están penosamente adaptados, caso de Javier Cámara como Olivares o Blanca Portillo (¿????) como Fray Emilio Bocanegra. El primero inspira poco temor y autoridad, pero no sé quién tuvo la brillante idea de poner a la Carlota de 7 vidas en el papel del temible y poderoso inquisidor de las novelas. ¿Es que no quedaban actores españoles varones para el papel? A mi personalmente me parece una decisión lamentable.
La película intenta ofrecer una visión completa de las novelas, un objetivo demasiado ambicioso (y que anula automáticamente la posibilidad de hacer secuelas, se ve que no confiaban en volver a contar con Mortessen) que se convierte en su principal punto débil ya que su argumento es un poco inconsistente. La cinta se convierte así en una mezcla de diversas tramas y situaciones sacadas aquí y allá de las novelas, sin profundizar realmente en ninguna y con la clara sensación de que han querido meter demasiado, y ya se sabe que el que mucho abarca poco aprieta. No hay hilo conductor ni historia principal, más allá de ver las andanzas y la evolución de los personajes a lo largo de sus vidas. Muchas cosas quedan pobremente explicadas y desarrolladas (por ejemplo, qué hace Malatesta en el asalto al barco, o cómo contrae Iñigo Balboa las deudas de juego), las historias se plantean y se resuelven con rapidez sin que dé tiempo al espectador para implicarse en ellas. Como digo, es una película poco “compacta”, sin consistencia. Quizá hubiera sido más provechoso centrarse solo en un par de los libros y hacer una historia más centrada y cerrada.
En definitiva se trata de una película correcta en su realización pero con serias deficiencias en su guión y en su concepción, que no llega a cumplir las expectativas levantadas por su potente campaña de publicidad y que deriva en una pequeña decepción. Podría decirse que le falta quizá un sentido de espectacularidad o de espectáculo que hiciera su ritmo más entretenido. Con todo, no habría que desanimar del todo a la gente para ir a verla, porque salvando estos problemas, presenta también una correcta mezcla de aventuras, humor y drama y algunas escenas bastante acertadas (por ejemplo la última que refleja muy bien el orgullo vacío y estéril de aquella España).
Lo mejor: la caracterización de Alatriste, algunas escenas de batallas, algunos diálogos, la campaña de publicidad que va a llevar a mucha gente al cine.
Lo peor: la inconsistencia del guión, la historia que se dispersa sin llegar a centrarse en nada, el ritmo un poco lento en algunos momentos, la elección de algunos actores para determinados personajes.
Etiquetas: Cine
1 comentarios:
A las 9:34 p. m. , Anónimo ha dicho...
Si llega a coger estas pelis Peter Jackson, verías tú...
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