Ventajas de trabajar en verano.

Pues si, este verano me toca currar, salvo una semanita en agosto todavía pendiente de confirmar. Sin embargo, pese a que pueda parecer un poco faena, en el fondo trabajar durante los meses de julio y agosto es todo un chollazo al alcance de muy pocos privilegiados. Y si no mirad:

-Apenas hay tráfico por las mañanas. Lo que en invierno a las 8:30 de la mañana es un viaje de 40 minutos ó más, en verano se convierte en un cómodo trayecto de apenas 15 minutos, de carretera casi despejada. Adiós atascos, conductores con prisas, niños cruzando pasos de peatones para ir al colegio...

-Hay aparcamiento. Derivado de lo anterior, en verano hay sitio fácil para aparcar, no hay que dar vueltas interminables buscando un hueco donde depositar el coche mientras miras el reloj y comprendes con cierta inquietud que vas a llegar tarde. Ahora es llegar y al sitio.

-No pasas calor. El rigor veraniego ya está aquí y mientras el resto de pobres mortales que “disfrutan” de sus vacaciones se achicharran con temperaturas superiores a los 40º, servidor está tranquilamente en su despacho con aire acondicionado, tan a gusto…

-No te quemas. Como no puedes ir a la playa, te ahorras las molestias de los días playeros como la arena, las insolaciones o las quemaduras que estropean la piel. No hay que preocuparse de buscar un sitio o de evitar que los niños te tiren arena.

-No engordas. Como por las noches no tienes mucho tiempo para salir (hay que madrugar) evitas esos helados de las terrazas veraniegas que después notas en esos molestos kilitos de más que se acumulan en determinadas zonas.

-Aprecias el fin de semana. En vacaciones todos los días son iguales y el fin de semana sólo son dos días más. Si estás trabajando el fin de semana se convierte en un oasis del que apuras cada gota. Por tanto se disfruta más.

Como veis, todo son ventajas. Las vacaciones, pa´l que las quiera…