ComicLand: V de Vendetta.

Estas últimas y asfixiantes tardes he ido leyéndome esta obra del prestigioso guionista Alan Moore. Hasta el momento había leído de este hombre Watchmen (maravillosa e imprescindible) y las dos miniseries de La Liga de los Hombres Extraordinarios (muy buenas también, mejor la primera que la segunda), pero había visto por ahí comentarios sobre que esta obra también estaba muy bien y que para algunos era incluso superior a Watchmen, así que la tenía como lectura pendiente desde hacía ya un tiempo.

Y bueno, la verdad es que está bien, pero no es para tanto. El argumento gira sobre un futuro no muy lejano, en el que la III Guerra Mundial ha arrasado el planeta. En este mundo post-bélico, un régimen fascista y dictatorial, a semejanza de lo ocurrido en la Alemania nazi, ha subido al poder en Inglaterra. Las libertades individuales han sido abolidas, los ciudadanos son vigilados y controlados, hay recesión económica, escasez de alimentos y las minorías sociales, como homosexuales o negros, han sido exterminadas en campos de concentración. En esta sociedad asfixiante y deprimente, surge la figura de V, un estrafalario revolucionario que se enfrenta al poder establecido con métodos terroristas y ciertas habilidades sobrehumanas, que defiende la anarquía y la libertad individual extrema frente a la justicia corrupta que gobierna el país.

A mi (corto) entender, la historia tiene dos grandes aciertos, por un lado la perfecta caracterización que hace el guionista sobre esta sociedad moribunda, y por otro el protagonista principal, V, un personaje lleno de matices y con un punto de locura, que lo mismo compone música y recita poemas que pone bombas y asesina a sangre fría. También me gusta la ambigüedad inherente a él (como pasaba con Rorschach en Watchmen), ¿es un peligroso terrorista anarquista o un benefactor que trata de liberar al pueblo de su opresión?.

La historia arranca muy bien, me resulta especialmente acertado el tratamiento del origen del personaje, pero luego parece ir durante bastante tiempo sin rumbo fijo, no se sabe muy bien a dónde vamos a ir a parar. Diversos personajes pululan en la historia, hasta que al final todas las piezas encajan y el cómic vuelve a despuntar hasta el acertado final. El dibujo corre a cargo de David Lloyd, que no me termina de gustar mucho, es un poco borroso, poco definido, aunque hay que reconocer que sabe plasmar lo deprimente del ambiente. Eso si, el coloreado es penoso.

En definitiva, un comic entretenido, con buenos puntos a su favor, pero que no llega a la calidad de Watchmen. Quizá, como pasa tantas veces, las altas expectativas que me había creado me han jugado una mala pasada.