Listen Without Prejudice Vol. II

Un universo personal e instranferible de intereses, aficiones y desvaríos capturado en este espacio. Cómics, cine, televisión, literatura, deportes, música... entra y escucha sin prejuicios.

sábado, 19 de noviembre de 2005

Exorcismos.


El otro día ví en televisión que a la presentación en España de la película El exorcismo de Emily Ross acudía el padre Fortea, un cura experto en exorcismos. En el fragmento que ví, decía que creer en Dios y Jesucristo y no creer en el demonio es una herejía (más o menos), y bien pensado tal razonamiento tiene toda su lógica.

El hecho me llamó la atención porque hace un par de años tuve la oportunidad de escuchar una charla del susodicho Padre Fortea en vivo y en directo, cuando hacía mi periodo de rotación en la planta de agudos de psiquiatría del hospital Morales Meseguer de Murcia. El jefe de servicio lo llevó una mañana para que nos explicara al personal del servicio de salud mental su visión sobre los exorcismos.

Y es que al parecer el padre Fortea, que creo recordar que tiene una carrera relacionada con salud mental (no sé si psiquiatría o psicología), se dedica a ir por toda España recogiendo y documentando casos reales de exorcismos o posesiones del diablo. Según él, existen casos perfectamente recogidos sobre personas sanas mentalmente que de pronto, con una ruptura biográfica muy importante, comienzan a presentar extraños síntomas e importantes desorganizaciones comportamentales, sin nigún antecedente vital previo y de instauración muy rápida. Dichos síntomas, que parecen configurar trastornos psicóticos o disociativos graves, no mejoran con la medicación ni con las intervenciones terapeúticas tradicionales, pero sin embargo, aplicando un exorcismo (que al parecer consiste básicamente en la lectura de determinados textos sagrados para expulsar al demonio del interior de la persona) si que mejoran de forma rápida y espectacular, volviendo la persona al nivel anterior a la aparición de los síntomas y sin aparentes secuelas, un curso extremadamente raro en los trastornos mentales con los que estos casos de exorcismos se confunden.

En la audiencia que escuchó aquella charla, compuesta en su mayoría por psiquiatras y psicólogos clínicos, había opiniones para todo. Desde luego, tales historias son difíciles de encajar dentro de un pensamiento científico y lógico, y supongo que la disposición de cada uno a asumir estos casos como exorcismos reales estarán muy influenciados por las creencias religiosas de cada uno o por el gusto por temas de ocultismo y fenómenos paranormales, que no tienen que estar reñidos con la práctica de estas profesiones. Una cosa es segura, el padre Fortea cree lo que dice a pies juntillas, y estos casos descritos tienen una explicación muy difícil dentro de las conocimientos actuales sobre salud mental.

A mi personalmente me cuesta un poco de trabajo aceptar estas cosas sin más, creo que tendría que tener pruebas importantes para asumirlas, pero tampoco creo que sea la posición correcta rechazarlas sin más. En todo caso la investigación sobre el tema es la que debería arrojar luz, aunque es cierto que es complicado separar estas investigaciones objetivas de las creencias personales sobre religión y temas relacionados que cada uno tenga.

La pregunta, pues, sigue en el aire: exorcismos... ¿realidad o mito?

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