Cementerio de animales, de Stephen King.
Cementerio de animales es una de las primeras obras que leí de Stephen King, y como ya comenté en un post anterior, una de las responsables de que me aficionara sin remedio a este autor.King firma aquí uno de sus libros más brillantes. Corre el año 1983 y su carrera como escritor sube como la espuma, firmando a lo largo de estos años algunas de sus obras más demoledoras. En este caso nos cuenta la historia de Louis Creed y su familia, que se van a vivir a un tranquilo pueblo con intención de empezar una nueva vida. Allí conoce a Jud, su vecino, un amable anciano que contará a Louis la historia del cementerio encantado que hay más allá del inocente cementerio de animales que se esconde en el bosque detrás de las casas. Y es en ese cementerio mágico los muertos vuelven a la vida, tal y como ocurrió hace años en una de las historias que los habitantes del pueblo cuentan.
Y Louis pronto comprueba que hay mucho de verdad en tal historia, cuando el gato de su hija mayor muere atropellado por un camión en la carretera cercana a la casa. Enterrado en el cementerio indio, el gato vuelve a la vida, pero ahora más salvaje y cruel que antes. Y cuando la tragedia golpea a la familia en forma de un nuevo atropello, pero esta vez a uno de los miembros de la familia, el dolor hará a Louis tomar decisones que desatarán fuerzas más allá de la comprensión humana.
Aunque el argumento no es excesivamente complejo, King lleva la historia con una maestría tal que te atrapa desde prácticamente el principio. La tensión va aumentando página a página hasta llegar a unas últimas 50 páginas brutales y terroríficas. Es sin duda uno de sus mejores libros, absolutamente recomendable. Los personajes están muy bien construidos y la historia perfectamente enlazada, en la que se van sucediendo los acontecimientos con esa sensación de fondo de inminente tragedia que queda desatada sin concesiones en el final de la historia.La novela cuenta con una de las mejores y más fieles adaptaciones cinematográficas que han realizado de un libro de King. Totalmente fiel al libro, la película (titulada igualmente Cementerio de animales) sabe captar a la perfección la atmosfera del libro y contar con fidelidad lo que se narra en el papel, algo realmente dificil si comparamos con otras adaptaciones. Yo recomendaría verla después de leer el libro, así podremos comprobar cómo cobran vida los personajes que hemos visto descritos con tanto acierto en el papel.
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Por cierto, dice Roberto Carlos que piensa en irse a Brasil, que ya está cansado de tanta presión. Perfecto. Que se vaya. Hace tiempo que da la sensación que todo se la suda (este hombre ya lo ha ganado todo) y que se lo toma incluso a pitorreo cuando dice que "en tres semanas líderes". Debe de estar drogado o algo. Además que no da una, balón que coje balón que pierde. Roberto Carlos va para abajo sin frenos y no estaría mal que se eclipsara del todo ya en su país natal.




Tiburón es la historia de la lucha del hombre contra la naturaleza, representada esta vez en forma de un enorme tiburón blanco que comienza a acechar las aguas de un tranquilo pueblo costero en plena temporada de verano y por tanto de turistas. El agente Brody, alarmado por los repetidos ataques y muertes, tiene que enfrentarse además a las autoridades políticas locales que tratan de restar importancia al asunto para no arruinar toda la actividad turística. En sus esfuerzos contará con la ayuda de Hooper, un científico del Instituto Oceanográfico, y finalmente con la de Quint, un rudo marinero cazador de tiburones al que se ven obligados a contratar para que mate a la bestia. Los tres emprenden al final de la película un viaje que les obligará a dejar de lado sus diferencias si quieren sobrevivir a la furia del tiburón, un cazador despiadado como nunca ha visto el hombre.
("sonrie, hijo de pu..."). En la novela, además de Quint, Hooper también muere presa de las fauces del tiburón, y finalmente no consiguen matar al tiburón, que desaparece después de perdonarle literalmente la vida a Brody cuando lo tiene a su merced. Un final anticlimático y un poco flojo que Spielberg y su equipo cambiaron con buen criterio para poder ofrecer un producto cerrado y atractivo.
Del Madrid sólo se salvarían de la quema Casillas (pese a los tres goles hizo varias paradas de mérito), Salgado y Sergio Ramos (pese a que Ronaldinho le sacara las vergüenzas, aunque en estas jugadas estaba vendido). Todo lo demás fue un equipo patético que deambuló sin sentido ni pasión por el campo a merced de su rival. Zidane está acabado, debemos asumirlo y olvidarnos de él cómo salvador de partidos. A Robinho, hoy por hoy, el Madrid le viene grande y no es capaz de asumir la responsabilidad. Raúl, por mucho que le defendamos, hace tiempo que dejó de ser el jugador desequilibrante que era en la primera parte de su carrera (y encima se lesionó). Beckham y Ronaldo desaparecidos totalmente... en fin, un desastre.






















